Los estanques de Corot, en la localidad de Ville-d’Avray del departamento de Hauts-de-Seine, brindan la posibilidad de dar un paseo especialmente romántico. Se esconde tras un envoltorio vegetal formado por diversos árboles, entre ellos sauces llorones, chopos, robles, cipreses y castaños. El agua de los estanques está salpicada de nenúfares y, aquí y allá, surgen los rosales. Este marco intimista seduce a los paseantes, pero también los pescadores. El conjunto está formado por el estanque viejo, que presenta un ambiente más silvestre, y el estanque nuevo, que cuenta con un inmenso espacio de 3 hectáreas y un paseo acondicionado.

La historia de los estanques de Corot se remonta a la creación del más antiguo, el estanque de los Celestinos, de finales de la Edad Media. El segundo fue obra de Felipe, duque de Orleans y hermano de Luis XIV, que encontró en él una forma de suministrar agua al castillo y al parque de Saint-Cloud. Un acueducto subterráneo une desde entonces el estanque nuevo con el dominio real. Estos estanques toman su nombre de Jean-Baptiste Camille Corot, pintor francés al que le gustaba especialmente este lugar para pasear y buscar inspiración. El sendero que une el casco antiguo de Ville-d’Avray con los estanques atraviesa su propiedad.